IMPRESIÓN 3D
Max y Lily han estado disfrutando de un bonito paseo por Hyde Park. Max especialmente, intentaba acercarse al Speaker's Corner, con un montón de temas científicos y tecnológicos en mente, deseoso de analizarlos a quien estuviera dispuesto a escuchar. Lily por su parte, paseaba tranquilamente, fotografiando a las aves, los patos, los cisnes y las demás criaturas de colores, hasta que algo le llamó la atención.
Un pequeño patito parecía estar en peligro. Tras observarlo durante unos minutos, se quedó estupefacta al ver que había perdido una patita. Se lo mostró a Max y ambos se aproximaron. Lily lo cogió en sus manos y le preguntó a Max si podían hacer algo. Max, con su mentalidad de buscar soluciones a todos los problemas, propuso una gran idea.
«¿Recuerdas la empresa de impresión 3D que hemos visto viniendo hacia aquí?», preguntó. «"Imprimimos cualquier cosa" decía el cartel» añadió rápidamente. «Si imprimen cualquier cosa —continuó—, podrían imprimir una prótesis para este patito, ¿no?».
«¡Por supuesto que podemos!», aseveró sonriendo un hombre de rostro sonrosado. Era el jefe del departamento de prótesis de la empresa. «Hemos imprimido incluso duraderas redes vasculares», añadió orgulloso. Entonces, hizo varias fotografías de la pata sana del pato y comenzó a diseñar la prótesis. Incluso les recomendó un cirujano que podría ponerle la pata al pato.
Max y Lily discutieron con él sobre el tipo de material que podría ser mejor para la pata protésica. Las principales opciones que tenían era plástico, metal, cerámica y cera. Para poder tomar la decisión correcta, le pidieron más detalles sobre el funcionamiento de la impresión 3D.
Ya sabían que la impresión 3D es un proceso en el que se crea un objeto a partir de un boceto. Capa tras capa, la impresora añade material siguiendo un patrón tridimensional, hasta dar forma al objeto completo. Casi no existen limitaciones en cuanto a la forma del objeto.
Es sorprendente el número y la gama de sus aplicaciones. Se puede imprimir cualquier cosa: desde objetos de arte, diseños o esculturas, hasta prácticos artículos cotidianos como una cuchara o un tornillo; y desde joyas o accesorios de moda como sombreros impresos, hasta los más complejos componentes de dispositivos aeroespaciales o automovilísticos. Entre los objetos más extremos que se han imprimido encontramos casas enteras o ¡incluso... tortitas! Sí, tanto la arquitectura como la gastronomía han utilizado con éxito la impresión 3D.
La impresión 3D ha revolucionado también el campo de los prototipos; el desarrollo de productos ha recibido un impulso porque la creación de diferentes versiones de un nuevo producto se ha hecho más fácil. Por consiguiente, permite lograr la solución óptima de manera más rápida y eficiente.
Pero algunas de las aplicaciones más importantes e inesperadas se han dado en los campos de la medicina y la biología. Los investigadores han logrado imprimir células para los riñones, el hígado e incluso el corazón. Implantes dentales cerámicos, articulaciones de cadera de metal y reemplazos de rodilla se diseñan al detalle e imprimen de forma personalizada según las necesidades de cada paciente particular.
Ahora Lily tenía un pequeño paciente en sus manos; no se lo esperaban, pero tanto ella como Max estaban decididos a ayudar al patito a recibir una nueva pata funcional.